La participación eficaz en las elecciones es la base de nuestro sistema político, pero no todas las personas están representadas igualmente.
Un análisis de la Unión de Científicos Conscientes investigó las tasas de participación e inadmisión de papeletas de votación y datos demográficos en los condados clave de EE. UU. y encontró desigualdades en el proceso electoral.
El estudio halló que comunidades con menores índices de participación también experimentaron mayores índices de inadmisión de votos, resultando en menor representación política de estas comunidades. Aunque estas disparidades son un reflejo de las desigualdades en todo el sistema político, la implementación de mejores políticas para el diseño de las papeletas de votación y la transparencia de los datos electorales pueden ayudar a identificar y corregir estas deficiencias.
Barreras al voto
Esto es un resumen del informe completo. Baje el informe completo en inglés aquí.
Debido a las desigualdades de clase y raza que existen en Estados Unidos, los pilares de la participación política, que son los recursos, el interés y el reclutamiento, no están distribuidos de manera equitativa entre los grupos. Por lo tanto, personas de comunidades marginadas a menudo no pueden participar de manera eficaz. Desafortunadamente, la estructura de nuestras instituciones políticas y del sistema electoral puede agravar estas desigualdades sociales, al igual que algunas normas electorales.
Con el fin de entender la prevalencia de las desigualdades raciales, analizamos las tasas de participación en las elecciones generales del 2016, 2020 y 2024 en distritos electorales con distintas mayorías raciales en 11 condados disputados de siete estados. No basta con analizar las tasas de participación por sí solas para percibir la equidad de las elecciones y las inequidades en el poder electoral.
Algunas razones comunes para la inadmisión de las papeletas de votación incluyen la entrega tardía, la falta de firma o cuando la firma no coincide. La inadmisión de las papeletas es un componente natural y necesario de las elecciones, pero las investigaciones han revelado que es más probable que se rechacen los votos emitidos por miembros de ciertos grupos, como por ejemplo los votantes sin experiencia, los votantes jóvenes y los votantes de razas y etnias marginadas.
Nuestro análisis concluyó que la participación electoral generalmente es más baja en los distritos electorales con una mayoría de grupos raciales o étnicos de personas de color, en comparación con los distritos electorales de raza mayoritariamente blanca. Mientras que la participación promedio en los distritos electorales de mayoría blanca aumentó entre el 2016 y el 2024 (y alcanzó su máximo en el 2020), la participación promedio en los distritos electorales de mayoría negra e hispana disminuyó durante esos años. En los distritos electorales mayoritariamente de raza negra, la participación promedio cayó del 64% en el 2016 al 50% en el 2024. En los distritos electorales de mayoría hispana, la participación promedio se redujo del 55% en el 2016 al 53% en el 2024.
Además, en los análisis que toman en cuenta los efectos del estado o el condado, el efecto negativo en la participación electoral de residir en distritos electorales de mayoría negra o hispana aumentó con el tiempo. Se calcula que el hecho de residir en un distrito electoral mayoritariamente de raza negra redujo la participación electoral en un 11% en el 2016, pero en el 2024 esa cifra fue del 22%. Del mismo modo, en los distritos electorales de mayoría hispana se redujo la participación electoral en un 16% en el 2016, mientras que en el 2024 esa cifra fue del 26%.
También encontramos pruebas de otras desigualdades en la inadmisión de los votos: en las elecciones del 2016, 2020 y 2024, las tasas de inadmisión fueron más altas en los distritos electorales con una mayoría de grupos raciales o étnicos de personas de color que en los distritos electorales de mayoría blanca. Los distritos electorales con las tasas de participación más bajas también son los que tuvieron más probabilidades de encontrarse en la categoría de alta incidencia de inadmisión de votos en esos tres años electorales.
Es decir, las comunidades con tasas de participación más bajas también registran tasas más altas de inadmisión de votos y, como resultado, la representación política de estas comunidades se ve reducida en comparación con aquellas que tienen una alta participación y tasas más bajas de inadmisión de votos. Entre el 2016 y el 2024, el porcentaje de distritos electorales de mayoría blanca ubicados en la categoría de alta inadmisión de votos se mantuvo relativamente estable, entre el 23% y el 25%. En contraste, el porcentaje de distritos electorales de mayoría negra en la categoría de alta inadmisión fue de alrededor del 45% en el 2016, 35% en el 2020 y 47% en el 2024. El porcentaje de distritos electorales de mayoría hispana en la categoría de alta inadmisión disminuyó entre el 2016 y el 2024, pasando de alrededor del 65% en el 2016 al 50% en el 2020 y al 58% en el 2024.
Estas disparidades raciales en la participación electoral e inadmisión de votos, mismas que son síntomas de las desigualdades sistémicas de nuestros procesos electorales y de las instituciones políticas, se reflejan en una subrepresentación de los intereses, las necesidades y las preferencias de las comunidades negras, hispanas, asiáticas, isleñas del Pacífico, de pueblos indígenas y de pluralidad racial, así como una sobrerrepresentación de los intereses de las comunidades de personas blancas. Como resultado, es menos probable que las decisiones que tomen los funcionarios electos reflejen los intereses de estas comunidades subrepresentadas, y que las políticas públicas protejan su salud, seguridad y bienestar.
Afortunadamente, hay formas de reducir las desigualdades raciales existentes en los procesos electorales y luchar por lograr una democracia multipartidista y multirracial. La implementación de un diseño más equitativo de las papeletas de votación, incluyendo el rediseño de las papeletas de votación por correo de manera que sean más fáciles de usar y la ampliación del acceso lingüístico y para personas con discapacidades, puede aumentar la participación y reducir la inadmisión de votos entre grupos marginados.
También se pueden lograr resultados similares mediante una mayor transparencia de los datos electorales, incluyendo la adopción de nuevas prácticas de conservación de los registros electorales y la ampliación de las oportunidades de corrección e integración. Actualmente estamos promoviendo activamente estas y otras políticas basadas en la ciencia en los estados de interés.
El proceso de colaborar con administradores electorales a fin de recopilar datos necesarios para este análisis pone de relieve la importancia de una mayor transparencia de los datos electorales y destaca dos elementos fundamentales para el estudio de la administración electoral en los Estados Unidos.
En primer lugar, los administradores electorales son funcionarios públicos dedicados y profundamente comprometidos con el desarrollo de elecciones accesibles, seguras y justas, pero se enfrentan a obstáculos considerables, como la falta crónica de financiamiento, los plazos electorales reducidos y la capacidad limitada del personal, lo que dificulta la recopilación, protección y difusión de los datos electorales a nivel de distrito electoral. La falta de datos exhaustivos a nivel de distrito electoral en nuestro reporte demuestra la falta de acceso generalizado a dichos datos a pesar de su importancia para el estudio de las elecciones.
Esto es un resumen del informe completo. Baje el informe completo en inglés aquí.
Cita
Minovi, Darya, y Alexander Choiniere. 2025. Access Denied: How the Trump Administration Is Eliminating Public Input. Cambridge, MA: Union of Concerned Scientists. https://doi.org/10.47923/2025.15979